Fuimos 3 matrimonios con un total de 7 hijos entre 8 y 15 años. La casa es auténtica en todos los sentidos.... una verdadera casa rural. Es un antiguo molino, apartado del pueblo, lo que le da otro punto más a favor, porque está todo más tranquilo y no se molesta a nadie cuando los niños están un poco alborotados. Está muy cerca de varios senderos, con excursiones muy fáciles de realizar -aunque no muy bien señalizados-. A la casa no le falta de nada, y se agradece la parte anexa para hacer comidas... se estaba de maravilla siendo 13 personas. Ah: no hay tele... ¡¡ni falta que le hace!! A mejorar el tema de poder hacer barbacoa, para lo que necesita una pequeña obra en la ubicación de la actual,