Alquila una finca para tu escapada por Asturias

Alquila una finca para tu escapada por Asturias

Si estás planeando unas vacaciones con un gran grupo de amigos o una escapada con toda la familia, seguro que buscas una opción de alojamiento amplia, con espacio al aire libre y todas las comodidades para que los huéspedes se sientan como en casa. En ese caso, alquilar una finca en Asturias nos parece una elección brillante: encontrarás un montón de opciones de todos los tamaños, adecuadas para cualquier tipo de escapada que tengas en mente. Para facilitarte la tarea, porque ya sabemos lo difícil que es organizar un viaje con mucha gente, hemos recopilado las mejores alternativas para tus vacaciones asturianas, como alquileres vacacionales en zonas urbanas, fincas de playa y casas rurales en pueblecitos de interior. Ya te adelantamos que, elijas la opción que elijas, Asturias no os defraudará ni a ti ni a tus acompañantes.

Fincas rústicas en el interior de Asturias

En los pueblos del interior de Asturias, encontrarás numerosas fincas rústicas rodeadas de bosques y ríos, perfectas para sumergirte en la naturaleza con los tuyos. Cangas de Onís, con un bonito puente romano, ofrece multitud de casas de piedra, sidrerías tradicionales y un paisaje pintoresco, ideal para practicar senderismo o ciclismo. Espinaréu es otro de nuestros favoritos para este tipo de escapadas; esta parroquia, repleta de hórreos y paneras, está bañada por el río del mismo nombre y sus paisajes parecen sacados directamente de un cuento. ¿Nuestro consejo? Busca una finca amplia con suficiente espacio al aire libre en cualquier localidad rural de la región y articula las actividades en torno a las zonas verdes que tengáis más cerca. Y es que Asturias está tan llena de naturaleza que siempre tendrás opciones para disfrutar de ella, independientemente de dónde reserves tu casa rústica.

Fincas de playa en la costa asturiana

Los pueblos marineros de Asturias son una auténtica gozada. Ribadesella, Lastres o Cudillero suelen aparecer con frecuencia en la lista de las localidades más bonitas de la región, y lo mejor de todo es que da igual la que elijas: todas te enamorarán. Lo importante, sobre todo si viajas en temporada alta, es reservar la finca lo antes posible para encontrar las opciones más baratas, ya que la costa asturiana está muy demandada durante los meses de verano. Una vez que tengas solucionado el tema del alojamiento, buscar actividades con las que llenar vuestro tiempo no te costará ningún esfuerzo: pasear por la playa, degustar la exquisita gastronomía asturiana, aprender a escanciar la sidra o practicar algún deporte de aventura en grupo son solo algunos de los muchos planes que se nos ocurren. Uno de los más populares es el descenso del río Sella en canoa, una forma diferente y divertidísima de conocer el hermoso paisaje de la zona. Si vas con niños, te gustará saber que hay muchos tramos idóneos para los más pequeños, como el que va de Arriondas a Ribadesella.

Terraza con dos tumbonas y vistas a la playa de Rodiles, rodeada de montañas y vegetación

Fincas de alquiler en la capital asturiana

Si prefieres un entorno más urbano, busca algún chalé a las afueras de Oviedo y sácale partido a todas las oportunidades que ofrece la capital asturiana. Esta ciudad tranquila y acogedora cuenta con un precioso casco medieval y un interesante patrimonio monumental, entre el que destaca la impresionante catedral, cuya Cámara Santa está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. ¡Ahí es nada! Cuando termines de ver los principales puntos de interés, deja que Oviedo te siga sorprendiendo: pasea por las agradables plazas de la ciudad, compra productos tradicionales asturianos en el emblemático mercado de El Fontán y disfruta de la naturaleza en el Campo de San Francisco, un inmenso parque urbano en pleno centro. Al llegar la noche, bares y restaurantes para probar la cocina de la zona no te van a faltar, así que será la ocasión perfecta para probar la fabada asturiana, el popular cachopo, los quesos de Cabrales y todo lo que se te ponga por delante (eso sí, acompañado siempre de una buena sidra de la región).

Casa rodeada de árboles con una terraza con mesa, sillas y plantas