Muniellos: El bosque encantado de Asturias
Érase una vez… un bosque embrujado llamado Muniellos, sito en el suroccidente del Principado de Asturias, en los concejos de Ibias y Cangas de Narcea. Un mundo salvaje. Rebosante de vegetación. Pero también densa y oscura. Sólo accesible para aquellos rayos de sol osados capaces de atravesar duros obstáculos.
En sus entrañas vivían, escondidos entre las sombras y protegidos por los árboles, seres mágicos: duendes (o trasgus), hadas (o xanas), serpientes gigantes (o cuélebres)… Personajes conocidos de la mitología asturiana.
Pero un día llegó el hombre y descubrió que aquel bosque oculto era una mina de oro maderera. Raudos empezaron a talar árboles. Y a comercializar la madera muy demandada en aquellos años para la construcción de barcos, fabricar traviesas de ferrocarril…

La industria maderera creció y creció, y gracias a esta fiebre muchos habitantes de Cangas de Narcea se hicieron ricos. El auge comercial se tradujo en el asentamiento de familias nobles y adineradas, que levantaron sus palacios y casonas en las principales vías de comunicación que atraviesan la cercana villa de Cangas de Narcea: especialmente en la calle Mayor, en la calle de La Fuente y en la rúa la Iglesia.
Lamentablemente la creciente riqueza de los vecinos no gustaba nada a los duendes de Muniellos. Ante la amenaza de perder su paraíso se unieron para lanzar un hechizo salvador: hacer la madera inservible. Y lo lograron.
Pasados unos años, de repente saltó la alarma. Los especialistas de aquel entonces comprobaron horrorizados que aquella madera que se vendía como churros en realidad estaba podrida. ¿La causa? El exceso de humedad y la ausencia casi absoluta de sol en sus troncos. En esas condiciones no valía para nada. El precio se devaluó hasta hundirse y los taladores huyeron veloces en busca de otros caladeros rentables. ¿Hechizo o naturaleza? El caso es que así se salvo Muniellos. Como curiosidad apuntar que el suelo de este bosque es de piedra, y si la tala masiva de árboles hubiese proliferado, nada habría vuelto a crecer.
Han pasado los años y Muniellos se mantiene como un ejemplo vivo de cómo era el norte de España hace muchos, muchos años. Su excelente grado de conservación le ha merecido la catalogación como Reserva Natural Integral. Y Reserva de la Biosfera de la UNESCO, distintivo que premia aquellos ecosistemas que conservan la diversidad biológica y las formas tradicionales de explotación de sus recursos naturales. Muniellos cumple todas esas condiciones. Y reina como ejemplo de bosque maduro, que ha sobrevivido intacto. Caso curioso si tenemos en cuenta que los robledales albares son los reyes mayoritarios de la reserva, y son curiosamente, estas formaciones arbóreas las que más han sufrido los procesos de deforestación en Europa en los últimos años.

También en Muniellos se refugian algunas de las especies animales más emblemáticas y escasas de la cornisa cantábrica: urogallos, osos pardos, lobos sedentarios… ejemplos de especies amenazadas y protegidas. Eso sí, son difíciles de ver. Al entrar en la reserva los guías lo dejan claro. “Aquí no se ven animales, pero se percibe su presencia”. Lo mismo ocurre con los trasgos y las xanas. No se dejan ver pero se sabe que observan atentos a todos los que pasan por su territorio.
Es al recorrer Muniellos cuando aprende a valorar este paraje único y ante todo misterioso. Mientras se pasea bajo la sombra de los robles centenarios, los hay que superan ¡los siete metros de perímetro!, uno siente que está en uno de esos lugares puros dignos de existir en la imaginación.
Muniellos es un milagro. Y sólo accesible a un grupo reducido de personas. Las visitas están rigurosamente controladas. Sólo se admiten 20 visitantes diarios, lo que hace necesario solicitar con la suficiente antelación un permiso el Principado de Asturias.
Para información de reservas dirígete a: Autorización de Visitas de la Reserva Natural Integral de Muniellos
Nani Arenas: Comunicadora, contadora de historias y creadora del blog “la Viajera Empedernida”. Periodista especializada en turismo con más de 16 años de experiencia en medios escritos y audiovisuales.También @travelinspirers