Hemos pasado una semana en Casa Batlle y ha sido una experiencia fantástica. Nos hemos alojado en el apartamento El Chenill. Amplio, bien equipado y muy confortable. Los detalles, muy cuidados. Las camas muy cómodas, la cocina práctica y con todos los utensilios necesarios, el baño, limpio y coqueto. En definitiva: un 10!
Maria José (la 'mestressa') nos ha hecho sentir como en casa. Nos ha dado buenos consejos y hemos compartido agradables charlas con ella sobre la Vall de Boi, un rincón de Catalunya precioso, con infinidad de encantos, tanto naturales como culturales.
Hemos viajado con nuestras niñas, de 10 y 2 años. En la casa las dos han encontrado sus espacios de diversión: el parque infantil, las mesas de ping-pong, la cama elástica, la piscina, los caballos, la sala de juegos, y sobre todo, los paseos alrededor de la casa y la compañía de la entrañable perrita Lluna.
Ahora, nos toca repetir en otoño... ;)