Experiencia de 10, una casita a la que no le falta un detalle, camas supercómodas, para estar en un punto donde podías desconectar por completo en la naturaleza, porque estabas rodeado de montañas y vegetación, había muy buena señal de wifi y se veía bien la televisión. Nos recibió Amanda que fue muy amable y nos explicó todo sobre la casa, y Miguel siempre estuvo pendiente a nuestro bienestar y si nos faltaba algo. Muyy amables. Esperamos volver pronto, gracias por todo.