A través de las normas del alojamiento, puedes indicar qué se permite durante la estancia y qué no antes de que un huésped haga una consulta o una reserva. Comunica estas normas con antelación y evitarás tener que lidiar con conversaciones incómodas o sorpresas desagradables durante la estancia de los huéspedes.

Publicar las normas del alojamiento en el anuncio puede reducir el tiempo que dedicas a responder preguntas sobre el alojamiento y te ahorrará el tener que comprobar si los viajeros cumplen los requisitos aplicables a mascotas o niños, puesto que ya conocerán tus políticas antes de reservar.

Hay seis normas del alojamiento predefinidas:

  • Máximo de huéspedes: establece el número de huéspedes que pueden dormir en tu alojamiento, incluidos adultos y niños.
  • Edad mínima del huésped principal: aclara si el arrendatario principal debe cumplir un determinado requisito de edad.
  • Se permiten eventos: informa a los huéspedes de si se permiten eventos en tu alojamiento, desde bodas hasta reuniones informales. Deja claro el número máximo de visitantes permitidos en los eventos, independientemente de los que pernocten en el alojamiento. En el caso de eventos especiales, puede que no veas el tuyo en concreto. Eso se debe a que solo hemos incluido los eventos más habituales. En este caso, puedes marcar la casilla "Otros" para incluir eventos adicionales que permitas en tu alojamiento. Por último, asegúrate de que las normas de tu alojamiento cumplan la legislación local.
  • Se aceptan mascotas: uno de los diez filtros de búsqueda más habituales a escala mundial es el de las mascotas. Informa a tus huéspedes sobre si se aceptan mascotas en el alojamiento, la cantidad y el tipo de mascotas, así como si hay alguna restricción en cuanto a tamaño.
  • Se admiten niños: informa a los huéspedes sobre qué grupos de edad son bienvenidos en tu alojamiento y explica el porqué.*
  • Se permite fumar: especifica si está permitido fumar y dónde.
  • Normas personalizadas: establece hasta tres normas personalizadas para informar a los huéspedes de lo que pueden y no pueden hacer al reservar tu alojamiento.
* Si tu alquiler vacacional se encuentra en Australia o Nueva Zelanda, la política local prohíbe las restricciones de edad.