Unos amigos me recomendaron pasar un fin de semana en Molina, nunca pensé que un lugar así existiera tan cerca de León, el pueblo es fantástico, sus calles te trasladan a siglos pasados, sus gentes tan amables, sus bodegas,su río convertido en piscina, parece que estas en una playa.
Estuvimos alojados en la casa San Nicolás en Agosto, la estancia fue muy agradable, toda la casa esta decorada con mucho gusto, amplias habitaciones, mucha tranquilidad, buena limpieza, una de las cosas que mas me gusto fue una chimenea en el salón, imaginarme unas Navidades junto aquella chimenea es la idea que mas me seduce, espero poder disponer de algunos días libres para no tener que imaginármelo y que lo pueda hacer realidad