Casa de campo pensada para descanso, tranquilidad y paisajes de ensueño:
Está situada en una loma suave, rodeada de fincas tradicionales destinadas a la agricultura local. Desde la terraza principal se abre una vista panorámica a la Santa y viendose las islas de la Graciosa y alegranza.
Vivienda con grandes ventanales para dejar entrar la luz y enmarcar el paisaje como si fueran cuadros vivos.
En el exterior, un porche con sillones y hamacas invita a sentarse con un café al amanecer o un vino al atardecer. Los sonidos son suaves: canto de pájaros, susurro del viento y, a lo lejos, quizá el murmullo del mar. Todo está pensado para desconectar, leer, caminar y simplemente respirar tranquilidad.