La villa tiene su propia entrada con garaje, aire acondicionado, barbacoa, piscina y muebles de exterior. La piscina es utilizable todo el año.
Se puede llegar a la playa a pie en 10 minutos, así como a varias tiendas (supermercado, electrónica) y restaurantes.
Es un barrio tranquilo, sin fiestas y con poco tráfico.
También se puede acceder públicamente a la casa en un autobús, que pasa cada media hora.