Acogedora casa con amplios espacios abiertos donde disfrutar de la tranquilidad del lugar. Le invitamos a olvidarse del reloj en nuestro bonito bonito porche y a disfrutar de la terraza con jardín y barbacoa. En su interior, todo combina a la perfección para que se sienta como en casa.
Este alojamiento está certificado de manera oficial como casa rual. Con una antigüedad de casi dos siglos, la casa estaba ocupada por agricultores que, tras la depresión económica de mediados del siglo XX, emigraron buscando mejor suerte. El actual propietario compra y restaura la vivienda conservando tanto su estructura original como el estilo arquitectónico del lugar.
Este alojamiento no es apto para personas con movilidad reducida, ya que se accede mediante escaleras.