La casa es sencilla, pero al mismo tiempo muy acogedora. Desde que entras en la casa la sientes como tuya y crea una sensación de calidez y de tranquilidad.
Son 3 casas, la nuestra era la primera y tiene según entras un salón-cocina muy amplio, con un sofá y una gran TV de plasma. Cruzando el salón llegas a otro hall donde se encuentran las 3 habitaciones y el baño. El baño estaba especialmente limpio, al igual que el resto de la casa.
Las habitaciones de la casa se componen de una principal con cama de matrimonio, otra con 2 camas y una tercera con otra cama.
Cierto es que el propietario nos ofreció incluir otra cama, en el caso de necesitarla, sin ningún coste adicional. Finalmente no la necesitamos.
Por otro lado, la casa dispone de un jardín común para las otras 2 casas, con barbacoa, césped bien cuidado y sillas y mesas. También hay una sala de fiestas por si llueve y parking privado.
El trato con el propietario también fue muy bueno. Nos dejaron una cesta de bienvenida con tomates de su huerta (hacía tiempo que no comía tomates con sabor a tomate), una botella de vino, unas frutas y algo de desayuno para el día siguiente ya que llegamos el viernes tarde-noche.
Aconsejo este sitio para ir tanto en familia, como entre amigos.
Sin duda, un buen sitio para desconectar y relajarse.