Estuvimos una semana en julio del 2011, con un hijo y un sobrino en casa Martina IV, donde disfrutamos de una estancia insuperable, en cuanto a trato por parte de Mari Paz y su marido; la comodidad de la casa y las vistas desde los dormitorios, increíbles. Tuvimos también la compañía, casi diaria, de un gato de la zona, que venía a darnos la bienvenida a nuiestra llegada de la casa para merendar o cenar con nosotros, y que hizo las delicias de nuestros chicos. El salón estaba muy bien distribuido y provisto de todas las comodidades:sofá, chimenea, TV y cocina con todo lo necesario y más para una estancia agradable y cómoda. El balconcito del dormitorio pequeño era muy acogedor y el dormitorio grande con un gran armario y un ventanal desde el que , mirando el paisaje, te podías evadir y olvidar todas las preocupaciones. Una de las cosas que más nos gustó del baño de arriba fue el tragaluz que permitía pasar la luz solar sin tener que utilizar la luz eléctrica. Si volvemos a Asturias nos gustaría alojarnos en una de las casas de Mari Paz. Saludos MªDolores y Casto de Albacete.