El paso de las cigüeñas se ha convertido en un lugar muy especial para mi hija y para mí. Es la segunda vez que vamos, y hemos estado tanto en la casa de las Ranas como en la de los Robles, ambas muy acogedoras y bien equipadas.
Ángel y Connie, los propietarios, son una pareja muy especial, y nos hicieron sentir en familia. Todo facilidades.
El terreno es inmenso y privilegiado. Lo que más nos gusta de él es que la Garganta de Santa María atraviesa toda la finca, un magnífico ejemplo del rico ecosistema natural de esta zona, y siempre con el marco incomparable de fondo de la parte sur de la Sierra de Gredos. Además tuvimos la suerte de ir justo después de un gran período de lluvias y nieve, por lo que la naturaleza estaba impresionante.
Candeleda, sus alrededores y sus preciosos rincones nunca dejan de sorprendernos, y mejor aún si uno se aloja en el Paso de las Cigüeñas. Sin duda alguna, volveremos más veces.