Nos dejaron entrar antes de la hora y salir un poquito después, todo es de agradecer. Estaba todo muy bien preparado para nuestra llegada y era como estar en casa pero con piscina. Zona tranquila, bien ubicada, supermercados a unos pocos minutos a pie y la zona centro a un paseo a pie de unos 15 minutos. Piscina y jardines muy bien mantenidos, el alojamiento muy coqueto y con todo lo que podríamos necesitar, amplio, luminoso. Ciertamente, no pudimos haber elegido mejor y seguro volveremos en algún momento.
Quizás que hubiera otra muda de toallas, aunque teniendo lavadora con programa de 15 minutos, pues bien, pero sería lo único, porque tener una nevera grande (en comparación a lo que hay por ahí) y todos los demás utensilios, no echamos nada más en falta.