Somos una familia de cuatro personas, y tenemos pocos días de vacaciones.
Nosotros ya hemos visto la isla, lo que queríamos era tranquilidad y desconectar.
Los propietarios, Toni y Ligia, nos acogieron estupendamente, son muy amables, correctos y preocupados por el cliente. Ligia nos obsequió con una coca de albaricoques hecha por ella, estaba riquíííííííííísima !Muchas gracias! Ah! Y si no hablan español, les atenderá Cati, que es otro encanto de persona, super agradable.
La casa es muy bonita, espaciosa, cómoda, bien equipada y muy limpia.
La piscina relaja solo con verla, tan sencilla, tan bonita y tan limpia.
Si al cliente le falta algo, o algo no está a su gusto, Toni y su mujer, se afanan en solucionarlo. Y si los huéspedes tienen alguna sugerencia, para mejorar la casa o la estancia en la finca, Toni, el propietario, lo agradece muchísimo.
Nos gustó mucho pasar estos días en la finca de Sineu, pudimos relajarnos, desconectar y disfrutar de la naturaleza.