La urbanización donde está la casa es muy bonita. La piscina es estupenda. Está relativamente cerca de la playa, a unos 15 minutos andando (no a 5 minutos como se me dijo). Lo malo es que la carretera es en cuesta. Para bajar bien, pero para subir no tanto...
La casa en si es más vieja de lo que esperábamos y la decoración es una mezcla ecléctica de cosas que no casan modernas y antiguas.
Para comer o cenar hay dos mesas, una de 5 dentro y otra de 6 fuera. Para nosotros que éramos 7 no fue cómodo ya que no podíamos estar todos juntos.
La cocina es muy pequeña y abierta por lo que se oye todo en toda la casa, aunque se intente no molestar. Yo que dormía en la planta de abajo, me llegaba el ruido de la cocina y tv, que está justo encima de esta habitación, a la que se accede por una escalera pequeña, incómoda y ruidosa. La habitación no tiene puerta, por lo que no tienes intimidad, y tiene otra puerta de acceso por el garaje, que queda bloqueada por el coche.
Las camas de esta habitación son muy incómodas. La de 90cm muy dura y la de 150cm súper blanda. La decoración no es muy bonita. Un mural oscuro con una foto de la dueña gigante. Nos dejaron dentro una moto de movilidad y aunque pedimos que lo sacaran, nos dijeron que no.
El baño de esta habitación no me gustó. La ducha era de cortinas que se pegan al cuerpo. No tiene alfombrilla de secado. La taza del wc toilet estaba rayada y rota, lo que daba la sensación de que estaba sucia, y el lavabo estába rajado. Creo que son detalles que se deberían cuidar y más por el precio. Cuando entramos la casa no estaba súper limpia. Y eso que cobran 100€ de limpieza.
Te dan toallas de baño, 2 por persona, pero no sábanas y piden 15€ por juego de sábanas....
A su favor decir que dueña y encargado se mostraron dispuestos a ayudar. El horno no funcionaba, y se ofrecieron a cambiarlo pero como llegaba 4 días más tarde, dijimos que no, para no ver interrumpida nuestra estancia.
En general hemos tenido una buena experiencia por la urbanización y localización. Volveremos a Moraira, seguro, pero no se si volveríamos a elegir esta casa.