Estas ocho casas de campo diseñadas por arquitectos independientes son todas idénticas y todas están situadas justo en el borde de las aguas, cada una con fantásticas vistas al mar. Con capacidad para cinco personas en dos habitaciones, son ideales para parejas o familias. Ofrecen paz y tranquilidad, pero al mismo tiempo ofrecen un restaurante, pub, cafetería y piscinas, que incluyen una bañera de hidromasaje y una sauna, todo en su puerta sin tener que subir al automóvil.