El apartamento tiene sus pies en el agua, se encuentra en el borde del lago marino, la exposición al suroeste le permite admirar magníficas puestas de sol. El Monte Canigó se encuentra en el fondo con su pico nevado dependiendo de la temporada.
Aunque las tiendas, bares y restaurantes están a solo 300 metros, este apartamento es un remanso de tranquilidad en una zona peatonal.
A 200 metros, dos piscinas, una de ellas climatizada, están operativas desde Semana Santa hasta el Día de Todos los Santos. Frente a estos, una playa de arena también alberga una escuela de vela y windsurf. El tenis y otros deportes se pueden practicar en áreas apropiadas. EN JULIO Y AGOSTO LOS ALQUILERES VAN DE SÁBADO A SÁBADO.