Esta maravillosa Adega está situada en la Quinta da Madredeus un lugar tranquilo y privilegiado de Porto Martins, tiene un amplio espacio rodeado de viñedos, árboles frutales y otras culturas, aire puro, sol radiante espacio excelente para descansar y relajarse con el chirrido de los pájaros.
De esta bodega podemos tener el privilegio deslumbrante de observar el mar, la montaña y el campo.
Esta casa es un T1 más un sofá cama que se encuentra en la sala de estar, la sala con sofá, TV de pantalla plana en común con una cocina amplia y completa, con nevera, microondas, tostadora, cafetera y otros utensilios de cocina cocina.
La habitación de cama de matrimonio con mesa de noche, guarda el traje. El cuarto de baño tiene ducha, bidé y cuenca de las manos. Con capacidad para dos personas, con un sofá cama que puede acomodar a una persona.
Tiene parque privado, con mesa y sillas en el patio, barbacoa, jardín, viñedos y árboles frutales alrededor.
El nombre de esta localidad es al mismo tiempo el nombre dado en las Azores a dos entidades diferentes, una de ellas se refiere a una masa dulce tradicional hecha con especias, ya la otra a la tierra quemada, nacida de los volcanes (basalto negro). En este caso las galletas son terrenos formados por las lavas provenientes de erupciones volcánicas.
Se trata de una zona de importante tradición vinícola justamente por la tierra quemada ser pobre y poco más de lo que venía que aún así tiene que ser protegida de las intemperies por corraletas hechas con la propia piedra de basalto, ejemplo de la lucha de los hombres contra los hombres elementos.
El vino Verdelho producido aquí es de excelente calidad y gran tradición, ya que se consumía las naves en la época de los descubrimientos portugueses porque era un producto que podía soportar bien en el mar.
La altura en que se inició el cultivo de la viña en las Galletas es desconocida, siendo, sin embargo, de presumir que se ha iniciado junto con el cultivo del trigo y otros productos indispensables para el sustento de los pobladores. La cepa de la casta de la uva verdilla aparece como la más antigua. En tiempos pasados el vino fue de tal abundancia que en la parroquia, en 1649, se llegó a intercambiar una pipa de vino por cinco caballerías y un centavo. Debido a la plaga de Filoxera que atacó la cultura en el siglo XIX, ésta entró en fuerte declive y sólo volvió a recuperarse alrededor de 1870 con la introducción de nuevas castas resistentes a la enfermedad y que luego fueron nuevamente injertadas.
Curraletas de vides en las Galletas, en época de invierno.
Habiendo sido elevada la parroquia en 1556, posee dos iglesias y varias ermitas. Aquí se sitúa un Museo del Vino, fundado en 1990 por la Casa Agrícola Brum, de Francisco María Brum, donde es posible apreciar un vasto conjunto de instrumentos relacionados con la vendimia, fotografías y documentos históricos también referentes al vino ya la vendimia.
Es en este museo y casa que está instalado la sede de la Cofradía del Vino Verdelho de las Galletas, creada en 1993.
Eran tierras incultas que Francisco María Brum convirtió en fuentes de riqueza gracias a la victoriosa jornada de vitalización y ampliación vinícola. El primer pie de las nuevas uvas plantadas, hace ya más de nueve décadas el tiempo destruyó existiendo aún el segundo pie de viña en el lugar llamado de Canadá de la Salga.