La aldea donde nacieron varias generaciones al menos desde el año 1.800. Nací en Madrid pero de pequeña venia muy a menudo. Recuerdo la aldea sin luz, sin agua corriente. El coche lo teníamos que dejar en la Presa de Peña Rubia a dos o tres kilómetros. Era como entrar en otro mundo. Desde entonces quede enamorada de estos paisajes espectaculares, de estas aldeas que se forjan con la dureza de las rocas y la generosidad de su aire. La zona fue declarada Parque Natural en 2002, preservando su arquitectura y los montes, muy peculiares por su flora y fauna.