Hemos pasado 4 días en la casa Blas tres parejas con hijos, 6 adultos y 7 niños en total. Semejante grupo supone toda una prueba de estrés para cualquier alojamiento que se precie, sin embargo, el alojamiento ha respondido y superado nuestras expectativas.
Ubicado en una pequeña aldea rural, en un entorno natural envidiable, la casa Blas presenta unas excepcionales vistas sobre el término municipal de Aínsa. La cercanía a esta hermosa población medieval permite disfrutar de su oferta cultural y tener cerca servicios de supermercado, bares o restaurantes.
La casa es amplia y bien equipada, con un eficiente servicio de calefacción. Permite la estancia a un grupo grande sin agobios. Si bien la cocina es ajustada queda compensado con la presencia de una habitación pensada para cocinar con chimenea o tomarse unas cervezas al amparo de lumbre.
Jayne , la encargada de la casa nos atendió muy amablemente y estuvo siempre disponible ante cualquier duda o necesidad.
No obstante , lo mejor de la casa Blas es el carácter de auténtica arquitectura rural autóctona, que ha conseguido mantener en la cuidada conservación de la casa, muy lejos de los actuales pastiches pseudo-rurales que abundan en el mercado.
Creemos que quién escoja esta casa difícilmente se va a sentir decepcionado.