Quiero dar las gracias a Antonio, por haber pasado una semana muy especial en su finca, rodeados de vegetación de la zona, y una casa, El Brezo, con todas la comodidades para pasarla en familia. Con total independencia, tranquilidad absoluta y decorada con un gusto exquisito. Sin faltar un detalle. Antonio tuvo la paciencia de explicarnos la vegetación de la finca y sus diferentes árboles frutales, dándoles una clase magistral a mis hijos que no están acostumbrados al campo. Felicitar a su esposa, por degustarnos con un atún encebollado y papas arrugadas. Y también a Nieves, por tener nuestra casa limpia y estar dispuesta a facilitarnos cualquier cosa que necesitásemos. Lo dicho GRACIAS, por la amabilidad, y ofrecernos un lugar encantador, para descansar.