Legué a esta mágica isla hace más de 30 años. En ella eché raíces y aquí trabajo.
Es un lugar precioso para vivir por su tranquilidad, su clima primaveral, su mar cristalino, sus inmensas playas de arena, su gente...
Me encanta la naturaleza, el sol, la paz que aquí se respira. Disfruto con largas caminatas por la playa y por las montañas desde donde se pueden ver maravillosos paisajes de desierto, de mar e impresionantes puestas de sol.