La comunicación con el propietario fue excelente, respondió a todas mis dudas con total rapidez. La ubicación del alojamiento es una maravilla, se respira tranquilidad y las vistas son espectaculares. La casa contaba con todo lo necesario, incluso cocina y sauna.
Estuvimos dos noches para visitar el festival Chikuraku y nos encantó.
Es un lugar muy agradable.
El dueño además nos hizo un obsequio durante nuestra estancia.
A nuestra llegada cogimos un taxi para llegar, pero esperan justo en la estación de tren, así que es muy cómodo, porque ese día hacía mucho frío y viento. Si no, los 30 minutos a pie son de agradecer por la zona.
Lo echamos de menos.