Creamos esta pequeña estructura con la idea de volverlo a poner en contacto con la naturaleza, para que viva un momento de paz y serenidad.
Estamos en Caria, un pequeño pueblo en la colina inmediata de Tropea, de la que solo nos separan cinco minutos en coche.
Tendrá la oportunidad de aprovechar las hermosas playas de la ciudad tirrena y del Capo Vaticano, y luego podrá restablecerse en la vegetación.