Escápese a un paraíso aislado de la selva costarricense a pocos minutos del mar Caribe. Esta casa luminosa y espaciosa en Cocles, Puerto Viejo, es perfecta para familias o grupos grandes de hasta siete.
El espacio ha sido creado por mí mismo, un diseño único inspirado en la naturaleza que lo rodea. Está construido con materiales naturales, utilizando métodos de construcción tradicionales y técnicas ecológicas, con árboles caídos como vigas estructurales, bambú y paja.
Está escondido, brindando un espacio apartado y tranquilo donde puede sentirse seguro, relajarse y buscar comodidad en la jungla, a la vez que se encuentra a poca distancia de las muchas comodidades de la ciudad y a solo 200 metros de la playa de Cocles.
Aquí, puede experimentar la abundancia de la naturaleza por la que Costa Rica es tan famosa: vivir entre la vida silvestre como perezosos, monos aulladores y tucanes, y despertarse con los dulces sonidos de los colibríes. Explore la exuberante vegetación de la selva y encuentre un arco iris de plantas tropicales que crecen cerca.
The Jungle Loft es un ambiente espacioso distribuido en tres pisos. Cuenta con tres dormitorios, dos baños y una cocina interior completa con cocina. La sala de estar al aire libre está diseñada como un espacio sociable lleno de sofás, una hamaca y una mesa de comedor. Los espacios abiertos le permiten relajarse entre los hermosos alrededores, sin embargo, permanecer cubiertos y protegidos si llegan las lluvias tropicales.
Vivimos cerca, así que estamos cerca para ayudarlo si es necesario.
La costa caribeña de Costa Rica es un lugar único donde los mares cálidos se encuentran con la selva tropical y la vida silvestre es abundante.
Hay muchas actividades para hacer cerca. Para los amantes del mar, hay surf, snorkel, SUP, kayak, piragüismo, paseos en barco y buceo. Para excursionistas y amantes de la naturaleza, diríjase a uno de los dos parques nacionales, cascadas, jardines botánicos o bosques tropicales. Los amantes de la comida pueden explorar los recorridos de chocolate y café, mientras que los amantes de la emoción pueden hacer rafting o ver el paisaje desde lo alto en los recorridos en canopy. O simplemente explore a pie o alquile una bicicleta para navegar.
Y cuando esté cansado de las muchas actividades, puede relajarse en la playa o retirarse a una hamaca y escuchar la vida salvaje que lo rodea. ¡Pura vida!