La casa saca su encanto particular de la singularidad de su entorno arquitectónico.
Se encuentra dentro de un antiguo baglio, un típico patio rural siciliano cerrado con una gran puerta, en el centro del cual se encuentra un árbol de morera.
Hay una sala de estar con cocina, un dormitorio doble y un baño con ducha (unos 40 metros cuadrados en total). Cuenta con una cama doble, un sofá cama para dos personas (ancho de cama de 140 cm) y, previa solicitud, una cuna. Simplemente amueblado, la casa ofrece todo lo que necesita para una estancia confortable. Los gruesos muros de piedra lo mantienen fresco en verano y cálido en invierno.
El salón se abre a una gran área al aire libre, parcialmente cubierta, donde puede cocinar y comer, así como relajarse y tomar el sol. En frente se encuentra un maravilloso bosque de cítricos, con un telón de fondo de altos cipreses y enormes pinos centenarios para crear un horizonte fantástico.