La villa se encuentra a las afueras del pintoresco pueblo de Iano, cuyos orígenes se remontan a la época etrusca. Este es el territorio de Montaione que se encuentra en el triángulo de las provincias de Pisa, Florencia y Siena, un punto de partida ideal para visitar S. Gimignano, Volterra y las más bellas ciudades artísticas de la Toscana, fácilmente accesibles en coche.
La villa fue la antigua escuela del pueblo hasta los años 70. Ha sido completamente restaurado y elegantemente amueblado con 1900 muebles. Cuenta con 4 dormitorios, 4 baños con duchas y tiene capacidad para 8 personas. El diseño de la villa permite a cada huésped tener la máxima privacidad.
La refrescante piscina para uso exclusivo de los clientes de la villa ofrece encantadoras vistas al campo, que también se puede disfrutar desde la mayoría de las ventanas de la villa.
ALOJAMIENTO: La villa es de 205 metros cuadrados y tiene capacidad para 8 personas en 4 habitaciones con 4 baños. Completamente en la planta baja, la villa tiene tres puertas de entrada con acceso directo al jardín.
Tiene una cocina grande y totalmente equipada con acceso a un lavadero con una segunda nevera. Desde la cocina se accede a un gran salón con un área de comedor separada por un arco del salón con chimenea.
Dos habitaciones dobles y dos habitaciones dobles, con 4 baños adyacentes con duchas.
Terraza frente a la piscina. Además, la villa está equipada con aire acondicionado, televisión vía satélite, reproductor de DVD, conexión a Internet Wi-Fi, lavandería independiente con plancha y plancha.
La casa es un lugar idílico donde podrá relajarse completamente entre los olivos. Es ideal para sus vacaciones de ensueño, ya sea que esté haciendo una reunión familiar, solo de vacaciones o con un grupo de amigos.
JARDIN Y PISCINA: En el jardín hay una piscina (6 x 9 metros) con escalones romanos y zona infantil, una hermosa glorieta de hierro forjado con impresionantes vistas de Volterra, Val d'Era, colinas y la colina opuesta que es Una de las tres islas toscanas que surgieron durante el período carbonífero, completa este rincón del paraíso.
El exterior está amueblado con mesas y sillas de hierro forjado, tumbonas, una barbacoa y un horno de leña.