Un apartamento lujoso, sofisticado y recientemente renovado, ubicado en uno de los lugares más codiciados de Río de Janeiro. Con una vista incomparable - gracias a su piso alto - y un ambiente contemporáneo y elegante, este apartamento de 3 suites es la elección perfecta para quienes buscan alojarse en Río con estilo, aceptando nada menos que la perfección.
Inmediatamente quedarás cautivado por el salón, que combina a la perfección con una cocina de estilo americano, creando un espacio amplio, luminoso y acogedor. Las ventanas panorámicas del salón ofrecen impresionantes vistas de la ciudad y de los majestuosos picos de Dois Irmãos, mientras disfruta de la compañía de amigos y familiares.
La cocina, además de encantadora, está totalmente equipada con los electrodomésticos más modernos, brindando el privilegio de cocinar mientras se admira el impresionante paisaje a través de los ventanales panorámicos. Encontrarás todo lo que necesitas, desde estufa y horno hasta lavavajillas, microondas y Nespresso.
Recientemente renovado, este apartamento cuenta con un estándar impecable en términos de calidad y confort. Cada detalle ha sido cuidadosamente considerado para garantizar una estancia memorable.
Disfrutará de comodidades como estacionamiento privado y la presencia del conserje del edificio las 24 horas, brindándole seguridad durante toda su estadía.
Con una ubicación privilegiada, todo lo que necesitas está a tu alcance. Desde mercados, tiendas, farmacias y bancos hasta las arenas doradas de la icónica playa de Ipanema, que se encuentra a sólo 6 minutos a pie del apartamento. Para un paseo tranquilo o una tarde animada en la Praça General Osório, estarás a solo 3 minutos, sumergiéndote en el vibrante estilo de vida de Río.
El Edificio Barão de Gravatá, construido en Ipanema en la década de 1950, es una obra destacada de la arquitectura modernista brasileña, diseñada por Sérgio Bernardes. Con su fachada de cristal y el jardín colgante más grande del barrio, creado por Burle Marx, el edificio destaca por la elegancia de su diseño. Además, la destacada presencia de Rubem Braga, uno de los más grandes cronistas de Brasil, que residió en su ático durante casi tres décadas, le confiere un significado cultural único, convirtiéndolo en un punto de convergencia entre arquitectura, naturaleza y literatura brasileña.