Los alrededores del apartamento en Tamarindo son simplemente mágicos.
Ubicado a pocos minutos de la playa, puedes sentir la brisa del mar y disfrutar de atardeceres impresionantes cada día. La zona está rodeada de restaurantes locales, desde ceviches frescos hasta opciones internacionales, ideales para todos los paladares.
Lo que más me gusta es la energía vibrante de Tamarindo: un lugar donde la naturaleza se combina con un ambiente relajado y diverso. Puedes pasar la mañana surfeando, explorar los manglares por la tarde, y cerrar el día disfrutando de la música en vivo en bares acogedores. Además, su comunidad inclusiva y amigable hace que todos se sientan como en casa.