Antonio se mostró super servicial, avisándonos incluso antes de las obras que se estaban realizando en el camino de acceso, ofreciéndose a cambiarnos si queríamos el lugar de alojamiento. Despertarse por las mañanas, ver amanecer por detrás de los montes desde ese jardín, es algo precioso. Nuestro perro disfrutó mucho corriendo por el jardín. Toda una gozada para nosotros. Ya estamos pensando en volver...