La casa es bonita y muy espaciosa, tanto el interior como el exterior, muy acogedora y limpia. La zona es muy tranquila y la vista preciosa. Eso si, se necesita coche si o si, las cuestas son muy empinadas.
Nancy nos recomendó excursiones y sitios caseros para comer, y lo agradecimos mucho. Estaba pendiente de que nuestra estancia fuera lo más agradable posible.
En resumen, volveríamos encantados: a la isla, y a la casa. 😊