Pasé el puente de mayo en El Bierzo con un grupo de amigos y fue una buena experiencia. La zona donde está la casa está rodeada de maravillas como Peñalba, Montes, Espinoso, el valle del Silencio o Los Barrios.
En el pueblo recomiendo el mesón Pili, donde Fany la propietaria nos trató como si nos conociera de toda la vida a precio increíblemente bajo.
La zona está llena de rutas de senderismo para perderse y la pena es que el tiempo siempre es insuficiente.
La casa es coqueta, tiene de todo y el precio está muy bien para lo que ofrece. No tiene grandes lujos, pero la relación calidad-precio no está nada mal.