Pasamos un fin de semana perfecto. Nos ha renovado la energía única que emana de Tejeda, de su paisaje, de su historia, de su gente y, de modo especia,l de Alicia, siempre atenta a lo que necesitábamos.
No olvidaremos sus magníficos desayunos: los deliciosos huevos fritos, el café, queso, las mermeladas...
No olvidaremos su conversación y trato personal.
Volveremos en cuanto tengamos oportunidad.
Gracias por todo.