Contra el strés de la vida que llevamos en Madrid, unos días de relax absoluto en esta casa nos han sentado estupendamente. El sitio es muy tranquilo aunque, si quieres, puedes salir a tomar algo o al cine a Oliva, Denia, Gandía. En la urbanización puedes jugar al golf, al tenis o ir al spá y, si quieres, te puedes acercar a Oliva, a poco más de 4 km y disfrutar de pistas de tenis en tierra batida, paddel, piscina municipal de invierno, etc.
La casa es extraordinaria y tiene todas las comodidades. Nos ha llamado la atención que es de las pocas que tiene calefacción lo que, en las noches de invierno, se agradece tanto por el calorcito que da como por su silencio tan diferente del aire acondicionado. También nos han llamado la atención otros detalles como la cafetera de cápsulas, el piano, el Canal Plus, los colchones que habían puesto nuevos en la habitación de matrimonio.
La playa es inmensa y estaba prácticamente vacía lo que, unido a una temperatura bastante agradable, nos permitió disfrutar de eternos paseos. Si a ésto le añadimos un trato estupendo por parte tanto de los dueños como de la persona que nos entregó las llaves hace que, seguramente, ésta no sea la última vez que nos escapemos a esta villa.