Nunca nos habíamos alojado en una cueva y la experiencia ha sido muy recomendable. Las cuevas El Torriblanco se encuentran en el altiplano del valle de Gorafe. Desde sus ventanas se ve la Sierra Nevada pero desde la terraza se puede gozar del panorama en todo su esplendor: el fértil valle de Gorafe, las sierras circundantes y el paisaje de páramos ondulados que se aleja hasta el horizonte. El cielo nocturno es espectacular.
Las cuevas son muy espaciosas, están decoradas y amuebladas al estilo rural pero sin renunciar al confort. Tienen hogar, televisión, nevera, cocina, microondas, una mesa enorme, un lavabo espacioso y una espectacular cama de 1,8 m súper cómoda. El silencio y la tranquilidad por la noche son totales.
Para los aficionados a la observación de aves las cuevas El Torriblanco ofrecen una selección de especies esteparias y rupícolas. La collalba negra es común y viene a alimentarse a la misma puerta de las cuevas. La cogojuda montesina es muy abundante y algunos individuos confiados pasan buena parte del día en la terraza de las cuevas. En los puntales viven ortegas, calandrias y terreras marismeñas. Durante nuestra estancia tuvimos la suerte de ver un grupo de 35 chorlitos carambolos!!