Nos alojamos durante el fin de semana en el apartamento para dos personas y quedamos encantados. El entorno es precioso y sobre todo, tranquilo, por lo que es el lugar perfecto para desconectar y volver a la rutina con las pilas cargadas. El apartamento es amplio y funcional, teniendo en cuenta que está pensado para alojar a dos personas. Las vistas desde el salón-dormitorio a la ría son una maravilla, y además una vez se accede al jardín el complejo dispone de barbacoa, mesas de madera y un pequeño terreno. Algo que nos sorprendió gratamente es que los apartamentos cuentan con conexión WIFI para los inquilinos, así como con todos los utensilios de cocina necesarios para que te sientas como en casa durante la estancia.
Carlos, el dueño, es encantador y nos orientó en todo momento sobre posibles actividades que podíamos realizar, lugares que visitar y restaurantes donde comer por la zona. Sin duda, repetiríamos la experiencia y os lo recomendamos con los ojos cerrados.