La casa es maravillosa, con amplias estancias cuidadas con todo lujo de detalles, equipada para el huesped más exigente y perfectamente limpia.
Las habitaciones son muy espaciosas, todas con cuarto de baño propio, alguno de ellos digno de reseñar por su amplitud y su equipamiento. Las camas, esas grandes olvidadas en la mayoría de hoteles-hostales-casas rurales: PERFECTAS. Grandes y de viscolástica.
El equipamiento de la cocina: Insuperable. Cuentan incluso con un horno de leña!!
Hemos ido en noviembre, lo que ha hecho que no pudiéramos disfrutar de la piscina...pero hemos disfrutado de grandes veladas junto a la chimenea.
La única pega que podría tener es que el pueblo no tiene nada de gran interés...pero honestamente no era lo que buscábamos. Y bien cerca tienes sitios maravillosos para visitar: Toledo, el castillo de Montalbán, los Montes de Toledo, etc...
Además, le pregunté a la dueña si tenía una cazuela de barro para unas 10 personas, pues tenía intención de hacer un cocido...y compró una para la ocasión. Eso es un detallazo. Mi familia se sintió como en casa.
Gracias por todo.