Este puente de Diciembre hemos pasado unos días en la Fragua de los Álvaro y ha sido una pasada.
La casa era estupenda, con chimenea, barbacoa, terraza, tres habitaciones cada una con su baño completo y un aseo más en la planta de abajo. Todo decorado con mucho gusto, entre moderno, con las habitaciones de colores y rústico, con vigas en el techo y muebles antiguos que le daban a la casa un toque muy especial.
Lo mejor, el dueño, Felipe, que nos dio todo tipo de facilidades: nos explicó qué visitar en los alrededores, dónde comprar un cochinillo para que nos lo asaran y poder comer tranquilamente en casa, no nos puso límite de hora para abandonar la casa el domingo, y nos esperó a nuestra llegada con la chimenea encendida para que encontráramos la casa calentita.
Todo genial, y encima, la más barata de todas las que buscamos.
¡¡Seguro que volvemos!!