No es un piso. Es un bajo con fachada a la calle; con pequeña reforma para sacar sólo habitaciones. El "comedor" tiene, como mucho, 2m de ancho. Ruidoso. Las ventanas no tienen doble cristal. La calefacción se desconecta por la noche. Los edredones son para primavera. Las habitaciones tienen llave. En el pasillo la luz se enciende cada vez que nota movimiento, como si fuera un hotel. El baño comunal es viejo. El radiador suelta óxido. La caldera tiene fuga. No se puede salir al patio interior por supuestas "reformas" que no se ven por ningún sitio. Lo único bueno, el anfitrión. Persona amable y solícita.