Hemos estado dos veces este año. una con amigos, y otra con nuestros hijos (8 y 10) Son dos casas, una un poco más grande que la otra, pero completamente individuales. Nosotros estuvimos en la pequeña. En total son 5 habitaciones, cada una con su baño. Está dividida en tres plantas. La planta baja tiene una sala, con un sofá grande, un aparador con TV, y una mesa como para 8. En la misma planta está la cocina totalmente equipada (con cafetera, batidora, tostadora, y por supuesto vajilla, cubertería...). En la planta baja hay un cuarto con dos camas y su baño. En la primera planta hay otros dos cuartos, uno con cama de matrimonio, y otro con dos camas, y un cuartito con la lavadora, escoba, fregona... La tercera planta son otros dos cuartos. Los dueños viven en la casa de al lado, así que si hubiese algún problema...
La única pega es que vengan vecinos ruidosos a la otra casa. Por lo demás, es muy tranquilo.
El pueblo es pequeño, pero pintoresco, con una bolera, y el Museo Etnográfico, situado en un parquecito, con unos columpios, y un campo de futbito y unas canastas. La sidrería de Porrúa está muy bien, y se puede comer y cenar, muy bien de precio. Si no, en coche son cinco minutos a Llanes.