A cinco minutos de la orilla del lago Chiemsee se encuentra la casa Gustl, construida en 1861 y restaurada con esmero. Una mezcla de tradición y modernidad caracteriza la vivienda e invita a quedarse y disfrutar. En verano, el aroma del heno y las hierbas aromáticas flota en el exterior y podrá encontrar un lugar sombreado bajo los árboles.
Los días de lluvia, podrá relajarse en la sauna del hotel.
En las inmediaciones se puede practicar una gran variedad de deportes acuáticos, así como ciclismo, golf, senderismo y montañismo.
La cocina bien equipada da ganas de cocinar (¡hay incluso un horno de leña!), ¡sólo hay que conseguir los ingredientes frescos! Si lo prefieres, puedes deleitarte con las delicias regionales o la buena cocina de los alrededores, o sentarte con la anfitriona a tomar un café y un pastel en el jardín o en el salón.
Es imprescindible reservar mesa en los restaurantes.
El cuarto de baño tiene todo lo necesario, una bañera para dos personas con ducha, toallas y gel de ducha.
Dormir y vivir están en el 1er piso. Una pequeña colección de discos, el ajedrez, la pintura o las llamas de la chimenea amenizarán las veladas.
Envuelto en fina ropa de cama de lino, dormir se convierte en un sueño.
También hay una cochera con instalaciones de carga, un trastero para bicicletas, Wi-Fi gratuito, una barbacoa de carbón y tumbonas en el jardín.
Un sistema solar y fotovoltaico, así como muchas otras pequeñas cosas, contribuyen al funcionamiento sostenible del alojamiento.