La casa es tal y como se muestra en el anuncio y está muy bien equipada: opa de casa, electrodomésticos, menaje...
La piscina es un regalo, además es de agua salada por lo que ojos y la piel lo agradecen.
La anfitriona y su familia, encantadores, muy discretos y siempre dispuestos a ayudar.
La zona es preciosa con el Miño al lado, caminos, bosquecillos, cerca del Atlántico...
Unas vacaciones muy gratas. Esperamos volver.
Muchas gracias