Fuimos una familia con 2 niñas de 8 y 5 años en una época algo extraña, última semana de Diciembre, pero la estancia fue muy acertada. No tuvimos nada de frío, para la época que es, la casa dispone de calefacción al gusto. Pero no sólo hablamos del calor. La casa está muy bien decorada, las habitaciones grandes, camas muy cómodas, baños enormes, y el salón-cocina muy coqueto. Y muy luminosa de día. Se puede apreciar todo el paisaje desde dentro ( por lo menos en el apartamento La Mar Salada ). Los exteriores, maravillosos. Se respira paz y tranquilidad. Y además cerca hay unos burritos que les encantará a los niños. El trato de Javier exquisito, detalles como el kit completísimo de desayuno es un acierto y su predisposición para cualquier cosa de agradecer. En fin, si nos vuelve a cuadrar, repetiremos. Gracias Javier y familia y....Feliz 2017!!!!