Un alojamiento rural que nos sorprendió por la calidad del mismo, vivienda construida con un gusto exquisito, muebles de calidad de madera, televisión en condiciones, barbacoa, calefacción que funciona de maravilla, chimenea estupenda, tranquilidad. El poder despertarse oyendo a los pajaros, para los que vivimos en ciudad,na ilusión y lo mejor y por encima de todo, la calidad humana de María Teresa y Antonio, mas que en un alojamiento rural consiguen que te encuentres en casa de unos amigos. Además de la sorpresa que hemos tenido con la calidad del alojamiento, después de lo habitual de malos alojamientos que hemos padecido, el conocer a Antonio y María Teresa ha colmado un fin de semana que no se nos olvidará nunca.