Estuvimos el fin de semana pasado celebrando un cumpleaños, en total fuimos casi 30 personas (3 casas). Todo impresionante desde el primer momento: el recibimiento de Rosa con su súper bizcocho (todo hecho con productos ecológicos). Más adelante pudimos disfrutar de las numerosas instalaciones que tiene la finca, campo de fútbol, columpios y tobogán, la cama elástica que es un aciertazo, el futbolín, el pin pon, y por supuesto el jacuzzi y la piscina climatizada que fue la atracción principal. No hay que olvidar la estupenda comida con que nos obsequiaron en el horno de leña, magníficas las pizzas, el pan de queso, el pan “preñao”… con la buena compañía de la familia que había cogido la cuarta casa, los dueños y el matrimonio que trabaja con ellos.
Toda la finca e instalaciones y por supuesto las casas están en perfecto estado de mantenimiento, todo limpísimo y en orden, nada roto ni viejo, da gusto. Otra cosa que nos sorprendió a todos es lo bien equipadas que están las casas, las televisiones, microondas, batidora, tostadora, plancha, lavavajillas (super importante!), y por supuesto la barbacoa con su leña, cosas para manejarla, pastillas de encendido… sólo hay que llevar la carne y el pan. Los colchones y almohadas son buenos, y si hace falta tiene camas accesorias. Ah! Y hay una habitación adaptada a personas con discapacidad.
Las zonas de campo de alrededor, los animalitos (cabras, burros, gallinas, y muy graciosa la perrita Chispa, que estuvo jugando un rato con nosotros), y la excelente disposición de Rosa y Andrés hicieron que fuera un fin de semana perfecto.
Todos los que fuimos quedamos muy contentos y con ganas de volver pronto.