Aitor nos ha hecho la estancia súper fácil. Nos ha facilitado información sobre la zona y ha respondido inmediatamente cuando le hemos requerido por algo. Al llegar teníamos una botella de vino rosado frío en la nevera y galletitas. Es todo un detalle después de un viaje largo.
El apartamento está muy bien, limpio, nuevo y en primera línea de playa. Por poner algún pero, los balcones de unos apartamentos y otros están muy cerca y he echado de menos un poco más de intimidad. Pero es un sitio para repetir.