Acabamos de volver de pasar 6 días de vacaciones en esta casa, eramos dos matrimonios con dos niñ@s cada uno, y he de decir que ha sido una experiencia muy buena y que sin duda repetiría.
El entorno de la casa es perfecto para desconectar en plena naturaleza y con unas vistas impresionantes. Tan solo hay un vecino frente a la casa muy amable y respetuoso. Aunque el vecino tiene un perro grande que esta suelto, y aunque es muy tranquilo y no ladra, un día jugando mordió a mi hija pequeña, la intención del perro no era hacerle daño a la niña sino jugar, pero le dejó marcas en la piel y desde entonces los niños le cogieron miedo al perro.
La casa es muy bonita, estaba muy limpia y con muchos detalles que la hacen muy acogedora, la verdad es que en otras casas rurales que he estado no suelen tener tantos detalles (muchas alfombras, cortinillas, decoración, lamparas,...). Las camas y colchones estaban muy bien, algo importante para dormir y descansar bien, y en la cocina tenia casi de todo para poder cocinar, aunque es verdad que en la placa vitrocerámica no funcionaban todos los puntos de calor y eso limitaba un poco.
Las habitaciones están bien de tamaño y la buhardilla es muy grande, perfecta para los niños para que jueguen, además la buhardilla tiene su propia televisión. La cocina y el salón son una misma estancia que en comparación con el resto de la casa y para la capacidad que tiene se queda un poco pequeño, pero al ser verano nos hemos apañado muy bien porque casi siempre comíamos en la mesa de la zona de barbacoa al aire libre.
La dueña de la casa y su madre son muy amables y atentas a cualquier necesidad que tuviéramos.
En resumen, una estancia muy agradable.