Can Xim, autentica casa mallorquina con piscina privada en Felanitx, ideal para familias:
En el corazón más auténtico del campo mallorquín, “Can Xim” se alza como un refugio lleno de alma, donde el tiempo parece detenerse y la vida se disfruta sin prisas. Sus propietarios, con sensibilidad y respeto por la historia del lugar, han restaurado la casa conservando su estructura original, devolviéndole su carácter rural y recuperando joyas como el antiguo horno de leña, hoy transformado en una encantadora zona de barbacoa.
La casa ofrece unos 300 m² habitables, distribuidos en dos plantas que respiran luz y serenidad, dentro de una extensa finca de más de 15.000 m² de terreno. Cada rincón ha sido pensado para el confort y la belleza, combinando materiales tradicionales con detalles contemporáneos que realzan su autenticidad.
En la planta baja, tres dormitorios dobles invitan al descanso, acompañados de un acogedor salón-comedor, un baño completo y una cocina moderna y luminosa, totalmente equipada con electrodomésticos de calidad. Desde ella, se accede directamente a las terrazas exteriores, donde el aire se llena del aroma del romero, la lavanda y el tomillo que crecen en el jardín. Es el escenario perfecto para comidas al aire libre o para dejarse envolver por el canto de los pájaros al atardecer.
La planta superior acoge un amplio salón-sala de estar y dos espaciosas habitaciones, además de un baño completo. La conexión Wi-Fi en toda la casa permite disfrutar del entorno natural sin renunciar a la comodidad moderna.
A tan solo 15 minutos de las playas cristalinas de Porto Colom, y muy cerca de Calas de Mallorca, Cala Murada y Cala d’Or, la ubicación de Can Xim combina la tranquilidad del campo con la cercanía del mar. Los aficionados al golf encontrarán además el prestigioso Golf Vall d’Or, a pocos minutos.
El entorno de Son Valls y Son Mesquida, conserva intacto el espíritu de la Mallorca rural: caminos bordeados por muros de piedra seca, extensiones de almendros y viñas, y un horizonte que cambia de color con la luz del día. Aquí aún se respira el campo auténtico, ese que invita a reconectar con la naturaleza, con la calma y con uno mismo.
Can Xim, no es solo una casa, es una experiencia, un regreso a lo esencial, un lugar donde redescubrir la belleza de lo sencillo y el lujo de la tranquilidad.