Villa IRAZÚ es una preciosa villa situada en lo alto del Barranco del Quíquere, un enclave exclusivo y tranquilo compuesto por un conjunto de acantilados y calas naturales de piedra volcánica en la zona sur de Lanzarote, entre los núcleos turísticos de Puerto del Carmen y Puerto Calero. Sus magníficas vistas al Océano Atlántico y a las islas de Fuerteventura y Lobos, así como la paz que emana el entorno, lo convierten en un lugar ideal para relajarse y disfrutar de la esencia de esta isla tan especial.
La villa, con una extensión de 250 m², consta de tres dormitorios dobles recién renovados con TV y armarios empotrados, dos baños completos y un aseo. El amplio salón con comedor y la cocina de diseño completamente equipada ofrecen vistas directas al espectacular jardín de cactus y a la piscina climatizada a través de grandes ventanales. El porche cubierto le brinda la posibilidad de comer o cenar al aire libre mientras disfruta de la brisa marina en completa calma. El jardín consta de iluminación nocturna. La propiedad dispone, además, de una sauna renovada, una zona “chill out” con barbacoa y un gimnasio nuevo y completamente equipado para los amantes del deporte. Junto a la cocina se encuentra una zona con vinoteca, lavadora, secadora y plancha. La propiedad dispone de una zona de aparcamiento exterior.
Desde la villa puede llegarse en cinco minutos a pie hasta el final del Barranco del Quíquere y continuar por los senderos en un agradable paseo hasta Puerto del Carmen o Puerto Calero bordeando la costa. La propiedad ofrece muy buenas comunicaciones con las principales carreteras de Lanzarote, sin perder la privacidad del entorno.
A pesar de su estupenda ubicación, les recomendamos que alquilen un coche para llegar a la villa y para moverse por la isla con total libertad.
Debido a la situación actual por el COVID-19, la villa se encuentra higienizada de acuerdo a los protocolos recomendadas por Sanidad. En caso de confinamiento obligatorio la reserva se cancelará sin coste.
Con todo esto, esperamos que disfruten de nuestra querida villa y se sientan como en su propia casa.